martes, 22 de marzo de 2011


TEXTOS DE AUTOR Y ALBUMES DE IMÁGENES
(Tema 2):

El álbum de imágenes es un concepto muy moderno, ya que no aparecieron hasta que apareció la educación infantil como ahora la conocemos. Estos álbumes se hicieron al principio para niños muy pequeños, hasta los años 90, que se han ido haciendo para todo tipo de personas: pequeños, jóvenes, adultos,….
Los álbumes de imágenes son libros narrativos (cuenta una historia), en los que la ilustración tiene tanto componente artístico como el texto. La narración se sigue a través de las imágenes y el texto las complementa. Cuando no hay texto en el álbum, está implícito de alguna manera, está omitido por las imágenes que aparecen.
Con este tipo de libros se desarrolla la imaginación, pero es verdad que se desarrollaría más si estos álbumes no tuvieran imágenes, pero los niños/as se guían por estas imágenes y les da que pensar.
Este tipo de cuentos, me gustan, ya que es atractivo y hace que los niños/as lo vean, ya que muchas veces no pueden leer, hasta que no son más grandes. También el texto que a veces aparece, es bueno que aparezca para leerles a los niños/as el cuento y mediante las imágenes que éstos puedan ir viéndolo.

    Selma Mandine: “Besos Besos”.
Los autores de estos álbumes de imágenes, trata de hacer algo artístico para inculcárselo al niño/a.
Ha sido en los últimos veinte años, cuando han evolucionado los álbumes de imágenes.
Los álbumes de imágenes no tienen imágenes estereotipadas, ya que pasa por el filtro del autor (filtro artístico), lo dibuja como lo ve. Como es el caso del álbum de imágenes “besos besos”, que el autor dibuja a un bebé con la cara redonda, con coloretes, etc. (cálido, dulce, etc.).
Las editoriales Kokinos y Kalandracas introdujeron los álbumes de imágenes en España.


             Cuentos silenciosos (Album de imágenes).
                Mediodía en la ciudad (album de imágenes).
                Cuentos silenciosos (album de imágenes pop-up)
                  Cuentos silenciosos (album de imágenes pop-up).
                
A principios de S. XX, en vez de llamarlo literatura infantil (hasta la adolescencia 12-14 años), existía una literatura didáctica, por el objetivo que tenía (fábulas,…). Esta literatura estaba destinada para enseñar, para educar moralmente. Estos autores escribían para educar a los niños/as en la forma que tenían de pensar los adultos.

En cambio, Saturnino Calleja vio el campo abierto de la literatura para los niños/as, que apenas se había pensado en ellos. Comenzó editar libros para niños/as (que sabían leer en esa época, que eran niños de 12 a 14 años de edad.).
Calleja cogía libros los ilustraba y los vendía. Pero estos cuentos eran caros, ya que costaba mucho la tinta (y más si era a color), el papel, etc. Por lo que se le ocurrió abaratar costes y se inventó una colección de libros muy pequeños, por lo que se vendían muy baratos (cada semana salía un libro y valía en aquella época un céntimo). Céntimo a céntimo, Calleja se hizo rico. A los niños/as coleccionaban estos libros.
Estos cuentos son de autor. Calleja contrataba a personas que escribían dichos libros, pero no firmaban esos libros con sus nombres (anónimos, en negro,…), para sacar un libro cada semana.
Las editoriales Bruguera y Molino fueron muy importantes en aquella época.
Gracias a Calleja, los niños/as comenzaron a tener un papel en la sociedad aunque todavía quedaba mucho para llegar a lo que hoy en día tenemos. Pero fue un comienzo y gracias a él, se empezó a tener más en cuenta a los niños/as.
   Cuentos de S. Calleja.

A finales del S. XIX y a principios del S. XX, fue Calleja que con sus libros de autor, hizo que comenzara la literatura escrita para infantil.
Rafael de Penagos hacía los dibujos de los libros de Calleja y fue muy conocido e importante. Hacía los carteles de los teatros y por todos los dibujos que hacía, ganaba mucho dinero.
Calleja tenía un planteamiento: un tipo de literatura pedagógica, moralizante y didáctica, para enseñar y hacer a las personas mejores. Es un tipo de literatura católica, ya que en esa época el catolicismo estaba muy presente en las vidas de las personas.
Calleja tenía dos tipos de libros: tipos de libros que se ambientan a un tiempo remoto (simula cuentos folclóricos. Donde hay princesas,…), que son muy moralizantes. Y, por otro lado, otro tipo de cuentos, que son más realistas (de la época, principios del S. XX). Con estos libros, al ser más realistas, los niños se identificaban. En cambio, con el otro tipo de cuentos, los niños se idealizaban con ellos.
El problema de estos libros, es que los niños que aparecen en ellos, son personajes planos, es decir, que los niños que aparecían en estas historias, en niños con una o dos características (Ejemplo: un niño astuto y pequeño (Pulgarcito)). La manera de ser de los niños/as que aparecen en estas historias no evoluciona, es siempre la misma. Estos personajes tenían que ser como los adultos querían que fueran los niños/as de aquella época.
Más tarde apareció una mujer de origen argentino, Elena Fortún, que inventó un personaje muy importante y conocido “Celia”. Con lo que creó una colección muy grande de libros con este personaje. Fue muy importante, porque por primera vez se creó un personaje real, es decir, una niña de verdad, con sus cualidades de niña, etc., y no como querían los adultos que fueran. Por lo que Celia, apareció después de los personajes planos, ya que ésta, tiene muchas cualidades y tiene cosas buenas y cosas malas, como cualquier niño/a.
En 1928, Elena Fortún publicó en Buenos Aires una novela que se llamaba: “Celia y sus amigos”, con lo que hizo una amplia colección, como he comentado anteriormente. Una editorial lo relanzó por segunda vez y la gente se enganchó. Se consideró una forma diferente de literatura infantil (un personaje real. Una niña traviesa, buena y de clase alta). Reflejaba la personalidad y la psicología de los niños en los personajes del libro. Algo que hasta este momento no había aparecido y fue una manera de dar por primera vez protagonismo a los niños/as y dejar que fueran ellos mismos, sin ser como los adultos querían que fueran.
Elena Fortún siguió creciendo, ya que siguió escribiendo libros sobre Celia, a la vez que los niños se los leían.
Cuando acabó la 2ª Guerra Mundial, se exilió a Argentina y murió allí. Sus descendientes se sorprendieron al ver un manuscrito sobre Celia, que estaba sin corregir, sin acabar, etc. Pero decidieron publicarlo, se llamaba: “Celia la Revolución”. En esta obra, Celia se enamora de un chico anarquista, que muere fusilado. Y dicen que esta historia era verídica, que por esta razón E. Fortún se exilió a Argentina, ya que no le quedaba nada en España.

Elena Fortún: Celia
"Celia lo que dice" (E. Fortún).
Celia (serie de TV).

Salvador Bartolozzi, escribió en la época de Elena Fortún. Por los años 20-30 comenzó a hacer un teatro en el teatro Eslava, los sábados para los niños. La primera obra que hizo fue “Pinocho y chapete” (mezcla entre Pinocho y El Quijote) y también, “Pipo y Pipa”. El dueño de este teatro era Gregorio Martínez Sierra, que hacía representaciones en el teatro para niños (era el teatro más moderno en aquellos tiempos).

 Salvador Bartolozzi.

 Pipo y Pipa (S. Bartolozzi).  

 Pinocho y Chapete (S. Bartolozzi).
Aquí comenzamos a distinguir una literatura que se distinguía por género y edad.
A lo largo del S. XX hubo un cambio muy importante, la televisión. Antes de esto estaba la radio. Se emitían seriales radiofónicos (con artistas). Con lo que se acabó publicando estas series, porque gustaban mucho. Una obra importante con estas características, fue “Matilde, Perico y Periquín” (les gustaba a los niños). También salió otra obra, que se llamó “La Tomasica”, también con este tipo de características (les gustaba a las niñas).
La obra que causó más furor fue “Antoñita la fantástica” (el personaje crece, tiene once años, etc.). Esta obra salió a la luz en los años 40, también al principio era radiofónica.
El primer libro que aparece totalmente ilustrado se llamó “Maripepa”. Un libro totalmente ilustrado a color, que salía uno cada semana.

   Antoñita la fantástica (Boritas Casas).

Matilde, Perico y Periquín (E. Vázquez).

La primera vez que se convocó un concurso de literatura infantil fue en los años 60, que lo ganó José Mª Sánchez Silva, con su obra “Marcelino pan y vino”. El protagonista era un niño real, que fue abandonado en un convento de frailes, los cuales le cuidaron. A Marcelino le encantaba meterse por los recovecos, hacer todo tipo de cosas que hacía un niño real. Pero también, había una parte no real de la historia, Marcelino tenía un amigo imaginario, que era Jesús (Dios), que se encontraba una figura de éste, a tamaño real en el desván. Al final de la historia, el Cristo “le pregunta” si se quiere ir con él, y Marcelino muere en los brazos del crucifijo al decir que sí. Marcelino tiene este tipo de “amigo” (invisible), ya que se ha criado con frailes y nunca tubo amigos.
      Marcelino pan y vino (J. Mª S. Silva).   
         
     José Mª Sánchez Silva.

Como ha he comentado anteriormente, esta historia tiene una parte real (infancia, juventud,…), y otra no real (Cristo era su amigo invisible). Además, en estas historias siempre hay un final dramático (con alguna muerte).
        
Más tarde, apareció “Babar”, una obra para niños pre-lectores, que podía entretener y enseñar a los niños. Fue el primer libro en publicarse, con pocas palabras (diccionario de imágenes). El autor de esta obra fue Jean Brunhoff. Babar fue el primer personaje de educación infantil en literatura.


      Babar (creado por J. Bruhoff).       
                              
        Jean Brunhoff.

En la segunda mitad del S. XX, hubo un cambio en los tres géneros (teatro, poesía y prosa), para bien, donde se consiguieron mejores contenidos, etc.
-       Teatro:
Para comenzar con el teatro, tenemos que distinguir dos partes: el texto teatral, por una parte y por otra, el espectáculo teatral.
Un libro teatral se distingue de los demás, por las entradas de los personajes. Ejemplo:
Cintia: ¿Dónde estás Mario?
Mario: ¡Estoy aquí Mamá!
No existen libros de texto de teatro infantil, para que los niños lo lean. Porque es más fácil una obra narrativa (una voz), que una obra teatral (varias voces). Los niños no entienden la estructura teatral, porque al verlo no lo entienden, ya que están acostumbrados a ver textos narrativos. Y para los niños pequeños que no saben leer y para los adultos que leen a los niños, es más fácil que lean obras narrativas.
Solo existen libros de teatro para niños de segundo ciclo de primaria (8 años), para que los maestros y demás adultos, puedan hacer obras de teatro con estos niños, que dichas obras están escritas por compañías que se dedican a esto. Este tipo de obras, son adaptadas para los niños y no se consideran obras literarias.
Por lo que no hay libros teatrales o dramáticos publicados para infantil.
-       Poesía:
La poesía es otro género literario (al igual que el teatro y la prosa), escrito en verso y se divide en estrofas.
Hay tres aspectos por los que se define la poesía:
1.    Estructuración en versos.
2.    Expresión de sentimientos.
3.    Es el género que tiene un mayor grado de función poética, en relación con los otros dos géneros. La función poética está marcada por las figuras literarias.
La rima no es obligatoria en la poesía. La poesía que no rima se llama poesía libre y se lleva utilizando casi un siglo (la rima se dejó de usar en la generación del 27).
El ritmo, en cambio, es una cadencia que tiene que ver con las sílabas tónicas (ritmo interior en los versos por el lugar que ocupan las sílabas tónicas). Como es el caso, por ejemplo, del soneto.
Para los niños es más importante el ritmo que la rima, ya que se quedan más con los versos. El ritmo es lo más importante y difícil de la poesía, para poder darle ritmo a una obra.
El ritmo dejó de utilizarse también, en la misma generación que dejó de utilizarse la rima. La poesía sin ritmo, se llama poema en versículo.
La poesía tiene como objetivo expresar sentimientos. Pero hay una excepción en la poesía, en la que no se expresan sentimientos: la poesía épica. En infantil suele utilizarse poesía narrativa (épica), ya que es más fácil para ellos.
Hay figuras que afectan al contenido, como es el caso de la metáfora y que afectan a la forma, como es el caso del hipérbaton. Este tipo de figuras, están encauzadas a provocar sensaciones afectivas en el receptor.
La poesía tiene una heroína: Gloria Fuertes. En la posguerra española, fue una joven poeta, que escribía poemas de amor, algo característico de aquella época. Pero se dio cuenta que esta poesía en España no se vendía, no se publicaba. Y esto, que era un problema, sacó la conclusión, que era porque a los niños/as desde pequeños no se les educada en la poesía, por lo que no eran capaces de entenderla.
La poesía de esa época, que estaba dirigida a los más pequeños, era una poesía inspirada en temas religiosos, de flores y plantas, animales, conceptos, el niño y su madre, etc. Por lo que estos temas estaban escritos desde una perspectiva adulta, es decir, era una poesía enfocada como querían que fueran los niños desde la perspectiva de los adultos.
Gloria Fuertes empezó a buscar referentes en otros sitios, al ver todo esto. Encontró estos referentes en Inglaterra, donde hacían otro tipo de poesía infantil: Nursery Rhynes, donde aparecen personajes e historias absurdas y a los niños/as de esa época les encantaba.
G. Fuertes después de ver este tipo de poesía, comenzó a escribir, desde los años 50 hasta que murió (años 90). Gloria Fuertes ha llenado de poesía a tres generaciones. Pensó en los/las niños/as y quiso que éstos disfrutaran de la poesía. Además entendía mucho a los niños, con lo que poco a poco éstos fueron queriéndola y leyendo muchas de sus obras.

Los poemas de Gloria Fuertes eran cortos, los más largos no eran casi extensos, para que fuera una lectura fácil para los niños. En cambio, antes los niños tenían que estudiarse poemas muy largos (estos poemas estaban escritos para que los niños fueran como los adultos. En cambio los de Gloria Fuertes eran lo contrario).
G. Fuertes hizo reflexionar a mucha gente, de cómo había que hacer una poesía dirigida a los más pequeños. Fue la autora que más aparecía en los años 70 en los libros de lectura de los niños. Y hoy en día, se siguen viendo sus poemas.
Nadie ha podido llegar a lo que hizo y fue Gloria Fuertes. Nadie ha entendido tanto a los niños y nadie puede llegar a superar ni ha podido seguir el camino que recorrió Gloria Fuertes.

Gloria Fuertes.
             Poema de Gloria Fuertes:      
                    
                         LA POETA
          La poeta se casó con el poeto
             Y en vez de tener un niño
                 Tuvieron un soneto.


Ningún poeta que escribió para adultos, nunca escribió poemas para niños/as, no pensaba en ellos.
Hemos podido ver en clase un libro que se llama “Un bicho extraño”, que es una obra escrita por Mon Daporta y Oscar Villán. Que su primera intencionalidad es buscar que los niños se diviertan y, además, como segundo plano aprenden (anatomía de un ratón).
 Un bicho extraño” (Mon Daporta y Oscar Villán).

-       Prosa:
Lo que más abundaba en esta época (S. XX) eran obras escritas en prosa.
Y los autores comienzan a interesarse a escribir obras en prosa para niños a partir de los 60, pero no para educar o moralizar a estos. Era escrita para que los niños/as disfrutasen igual que los adultos.
Comienzan entonces, a surgir libros, sin tener una figura importante. Estos autores expresan en sus libros la imagen real de los niños/as, saben cómo es la psicología de los niños y todo esto lo plasman en sus obras, para que estos niños (lectores), puedan identificar con el personaje del cuento.
Apareció una investigadora, Mercedes Gómez del Manzano, que publicó un libro que habla de las relaciones entre el protagonista (niño) y el niño lector (en la literatura infantil del S. XX). En esta obra se puede observar cómo va evolucionando tanto, el personaje del libro, como el lector. Fue un libro de investigación que hizo para ver como se relacionaban ambos (personaje- lector). Los niños se identificaban con este tipo de personajes, aunque los personajes fueran animales (Ej.: Un niño cerdito), ya que los niños están con esta edad en una etapa animista (el personaje del cuento hace lo mismo que el niño que lo lee, misma características, manera de ser, etc.).
Por todo esto, los autores de estos libros deben conocer la psicología del niño, para que éstos puedan llegar a identificarse con dichos personajes.
Hay una editorial: “Susaeta”, que no es una buena editorial, porque en sus libros aparecen erratas, son de peor calidad, etc., ya que solo hace libros para vender y no cuidan cosas que son importantes.
Los/las niños/as tienen un pensamiento sincrético, es decir, que hace que éste vea la totalidad de las cosas. Hasta que el niño no ve la totalidad del cuento (todo es lo mismo, mismo cuento), no puede ver las partes (por separado).
A partir de los 6-7 años, es cuando empiezan a fijarse más en las cosas y son capaces de poder ver las partes diferenciadas del libro.
Los niños del S. XVI eran más espabilados que los niños de ahora, ya que ahora se les protege quizá demasiado y están más alejados de información que los niños de antes ya la sabían. Además, es importante tener en cuenta a los niños que les leen y leen desde pequeños, en comparación con otros que no es así. Por eso el niño que tiene estas ventajas, es capaz de captar el significado del libro más rápidamente y de una manera mejor.
Hay que tener en cuenta el contexto y la psicología del niño, para que estos se puedan sentir más identificados. Por lo que si quisiéramos que los niños de ahora leyeran libros de aquella época, es muy posible, que éstos no se sientan identificados con estos personajes. Ya que, la psicología de los niños va cambiando según pasa el tiempo. Los niños de esa época no tienen la misma manera de ser que los niños de ahora, pero lo que más ha cambiado es el contexto (contexto diferente).
Cuando escribían sobre personajes planos, éstos pueden presentar características malas (Ej.: mentiroso/a) o buena (Ej.: activo/activa). Por lo que cuando son “malos” o acaba portándose bien, o le acaba sucediendo algo malo. Y cuando hablamos  de personajes “buenos”, nunca pasaba a ser un personaje malo, la gente y la vida le premiaba.
Ya es a partir de los años 60, poco a poco cuando estos personajes planos comienzan a transformarse en personajes reales.

Que tengas valores positivos, no quiere decir que seas feliz y, al contrario, que tengas valores negativos, no quiere decir que te sientas mal. Son valores positivos o negativos para la propia persona.  Con lo que se quiere hacer con estos valores (positivos o negativos), es que los que tengan malos valores pasen a tener buenos valores, y que los positivos sigan siendo buenos.

Como es el caso del cuento: “El punto”, que al principio el personaje de la historia presenta valores negativos y según va pasando la historia, al final, el personaje presenta valores positivos (alegre, animado, etc.). O como el caso de: “Amelia quiere un perro”, que presenta continuamente valores positivos (lista, astuta, alegre, etc.), que convence a su padre para que la compre un perro, aunque éste al principio la dijera que no.

 “Amelia quiere un perro” (Tim Bowley y André Neves).
Análisis de libros infantiles:
Cuando vamos hacer un análisis (criterios objetivos) de este tipo, lo primero es saber para quién va dirigido dicho libro (no fiarnos de las editoriales). Para infantil los libros suelen ir dirigidos para edades en horquillas, es decir, por ejemplo de 2-4 años, con un intervalo de edad.
Luego, tenemos que tener en cuenta otros aspectos, como el emisor (que emite), no es el autor, en este caso, éste es extrínseco al libro, por lo que el emisor es el protagonista. Nos fijaremos entonces en si el protagonista de la historia tiene la misma psicología que el receptor (quien lo lee). Por otro lado, está el tema. Tendremos que ver si el tema que trata tiene que ver con la evolución del niño, si le interesa, etc. Es muy importante que le guste, que llame la atención del lector.
La historia del libro debe de tener siempre un esquema (narración):
1) Planteamiento
2) Nudo
3) Desenlace
Aunque hay alguna excepción, como cuando la historia no presenta desenlace, cuando sucede esto, se llama final abierto. Con lo que los niños/as pueden hablar y decir una serie de desenlaces. Pero esto, en infantil no es muy atractivo, ya que los niños quieren saber siempre el final, como acaba la historia.
Otra estructura también muy típica para infantil, es la estructura acumulativa (típica de los textos folclóricos). En esta estructura aparece un planteamiento, el nudo es repetido y acumulado, y luego hay un desenlace (Ej.: Libro de “Amelia quiere un perro”). Estas estructuras las entienden muy bien los niños, porque aunque haya muchos personajes, todo gira alrededor de la misma acción. Estas estructuras las entienden muy bien porque tienen un pensamiento lineal.
El espacio y el tiempo, tienen que ser cercanos y reconocibles, que el niño lo vea y lo entienda o indefinidos (Ej.: Había una vez en un lejano país…). Puede ser realista (Ej.: Un oso que vive en una cueva,…) o animista (Ej.: Un animal que se viste,…). Tiene que ser algo que conozca. Por lo que no tiene que requerir que el niño tenga que entender el contexto, para que llegue a entender la historia.
Las ilustraciones, deben ser artísticas y no estereotipadas. Las imágenes estereotipadas, son aquellas imágenes típicas (Ej.: El típico osito), desde el punto de vista de identificación del niño. Lo suelen entender y ver muy claro, pero también les debe sugerir algo y para eso es mejor que no sean estereotipadas.
Las ilustraciones son un elemento clave a la hora de tener en cuenta un libro y de analizarlo. Las imágenes dicen mucho de un libro, y a los niños les sirve para poder entender una historia y a ver el cuento más atractivo. Por lo que las imágenes deben ser creativas y no espontáneas para que el niño pueda imaginar más cosas y sea más atractivo para éstos.
Un dibujo puede ser realista y no estereotipado. Una vez contado el cuento, el niño debe ser capaz de seguir el cuento a través de las ilustraciones, para que esto se dé, deben estar bien sincronizadas. Por lo que es muy importante colocar bien las imágenes para darle sentido y así, el niño pueda entenderlo.
El lenguaje hace referencia a varias cosas:
-       Al vocabulario: los cuentos infantiles pueden tener alguna palabra hueca (no más de 1-3 palabras). Cuando no saben en este caso el significado de alguna palabra, debes preguntarles, hablarlo con ellos y al final, se quedan con el significado de una nueva palabra. Deben ser palabras útiles que luego puedan utilizar.
-       Que las frases sean cortas y simples. Aunque puede aparecer alguna subordinada o coordinada, pero no muchas. Y debemos fijarnos en que el libro tenga función poética y expresiva, para que los niños se vayan acostumbrando.
Los valores y los contravalores. Consiste en fijarnos en los aspectos positivos y negativos que se ponen en manifiesto en la historia. Estos aspectos pueden ser identificables con el niño lector. El concepto debe ser reconocible.
Es muy importante, por tanto, saber analizar libros infantiles, ya que de esta forma sabremos con solo leernos un libro, para que edades va dirigido, que psicología presenta dicho libro, que tipo de ilustraciones tiene, si la estructura es adecuada o no, etc. Y con esto podremos elegir diferentes libros dedicados a unos niños/as en concreto y ésto les será positivo, y además, les favorecerá al estar este tipo de lectura acorde con él/la niño/a (podrán identificarse con los personajes, podrán entender el cuento, podrán disfrutarlo, etc.).
                     

1 comentario:

  1. Bueno, Sara. Tienes algún fallito pequeño, pero como me he reído tanto leyendo tu entrada, te voy a poner "Perfecto".

    Me he reído porque hay cosas que yo digo en plan de entreteneros y tú las tomas al pie de la letra... me extraña que no me pilles también los tacos :D

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